Banfield goleó al Deportivo Cuenca por 4-2, de visitante
17/02/10
17/02/10
Por una notable producción colectiva, en la que se insertaron rendimientos individuales del alto vuelo, como los de Sebastián Fernández, Walter Erviti, James Rodríguez y Julio Barraza, Banfield demólió al Cuenca, quedo al tope del Grupo 6 y, cumplida recién la segunda fecha, dio un paso decisivo para acceder a la segunda fase de la Copa.
Esa condición de equipo sólido, homogéneo, muy trabajado tácticamente y utilitario que tiene Banfield fue lo que copó la escena en el primer tiempo. Como si no sucumbiera siquiera ante los casi 2.600 metros sobre el nivel del mar, donde está ubicado el estadio Serrano Aguilar, el conjunto de Julio Falcioni salió dispuesto a hacer control de balón, tener paciencia para tocar y tocar y a esperar los momentos justos para atacar.
Además, el esquema 4-4-1-1 del local le facilitó los planes. Porque en cuanto se acomodaron los mediocampistas de siempre (Quinteros-Battión-Erviti-James Rodríguez), el Taladro se convenció de que, para atacar, el Cuenca tenía poco. No más que el zurdo Gabriel Méndez (enganche, argentino, 22 años, ex Racing) y Luis Escalada (único punta, argentino, ex Boca, Newell´s y Gimnasia de Jujuy).
Sin ser un dominio claro, Banfield fue el que impuso condiciones. Y mandó un par de avisos antes de poner en ventaja. A los seis minutos, el arquero argentino Dreer se quedó con un zurdazo inquietante de James Rodríguez. Poco después, un disparo también zurdo de Fernández quedó en las manos del guardavallas.
El equipo argentino se tomó unos 10 minutos de recuperación física y allá por la media hora de juego volvió a marcar superioridad sobre el anfitrión. Por eso no extrañó que sobre los 35 llegara la apertura del marcador. Erviti impactó el balón de zurda desde fuera del área y su disparo aterrizó en el ángulo de la mano izquierda de Dreer.
Poco después, cuando apenas habían pasado tres minutos de la conquista, Banfield amplió la ventaja. Ramírez cabeceó al gol un tiro de esquina de Erviti, Dreer sólo pudo manotearla y Fernández la empujó a un metro del arco. La reacción del Cuenca llegó tal cual se esperaba. Con más despliegue físico que ideas. Y con ese recurso le alcanzó para tener una chance muy clara, con el tiro de Escalada que tocó en Bustamante y se estrelló en el travesaño.
El segundo tiempo se resolvió rápido. Porque el Cuenca se desprotegió en su última línea y Banfield lo ajustició con la serenidad y la frialdad de un tirador certero. Sobre el cuarto de hora, Dreer dio un rebote largo tras un disparo de Battión y Fernández marcó el 3-0 con un cabezazo de anticipo.
Sin embargo, como para embellecer aún más la velada, faltaba el moño que completará una producción de ensueño. Fue una obra maestra del contraataque. Pase de Barraza para Quintero, habilitación profunda para Fernández, asistencia para James Rodríguez y el colombiano cruzó la pelota ante el achique de Dreer. La expulsión de Bustamente y el gol de penal de Méndez apenas sirvieron para fines estadísticos.
Esa condición de equipo sólido, homogéneo, muy trabajado tácticamente y utilitario que tiene Banfield fue lo que copó la escena en el primer tiempo. Como si no sucumbiera siquiera ante los casi 2.600 metros sobre el nivel del mar, donde está ubicado el estadio Serrano Aguilar, el conjunto de Julio Falcioni salió dispuesto a hacer control de balón, tener paciencia para tocar y tocar y a esperar los momentos justos para atacar.
Además, el esquema 4-4-1-1 del local le facilitó los planes. Porque en cuanto se acomodaron los mediocampistas de siempre (Quinteros-Battión-Erviti-James Rodríguez), el Taladro se convenció de que, para atacar, el Cuenca tenía poco. No más que el zurdo Gabriel Méndez (enganche, argentino, 22 años, ex Racing) y Luis Escalada (único punta, argentino, ex Boca, Newell´s y Gimnasia de Jujuy).
Sin ser un dominio claro, Banfield fue el que impuso condiciones. Y mandó un par de avisos antes de poner en ventaja. A los seis minutos, el arquero argentino Dreer se quedó con un zurdazo inquietante de James Rodríguez. Poco después, un disparo también zurdo de Fernández quedó en las manos del guardavallas.
El equipo argentino se tomó unos 10 minutos de recuperación física y allá por la media hora de juego volvió a marcar superioridad sobre el anfitrión. Por eso no extrañó que sobre los 35 llegara la apertura del marcador. Erviti impactó el balón de zurda desde fuera del área y su disparo aterrizó en el ángulo de la mano izquierda de Dreer.
Poco después, cuando apenas habían pasado tres minutos de la conquista, Banfield amplió la ventaja. Ramírez cabeceó al gol un tiro de esquina de Erviti, Dreer sólo pudo manotearla y Fernández la empujó a un metro del arco. La reacción del Cuenca llegó tal cual se esperaba. Con más despliegue físico que ideas. Y con ese recurso le alcanzó para tener una chance muy clara, con el tiro de Escalada que tocó en Bustamante y se estrelló en el travesaño.
El segundo tiempo se resolvió rápido. Porque el Cuenca se desprotegió en su última línea y Banfield lo ajustició con la serenidad y la frialdad de un tirador certero. Sobre el cuarto de hora, Dreer dio un rebote largo tras un disparo de Battión y Fernández marcó el 3-0 con un cabezazo de anticipo.
Sin embargo, como para embellecer aún más la velada, faltaba el moño que completará una producción de ensueño. Fue una obra maestra del contraataque. Pase de Barraza para Quintero, habilitación profunda para Fernández, asistencia para James Rodríguez y el colombiano cruzó la pelota ante el achique de Dreer. La expulsión de Bustamente y el gol de penal de Méndez apenas sirvieron para fines estadísticos.
FUENTE: ASTERISCOS.TV
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