La identidad fue mi lbertad
Por Marcos Brugiati *
para Universo Ágora
Leonardo Fosatti Ortega fue el verdadero nombre que adoptó el 11 de Agosto de 2005 un muchacho que se presentó en Abuelas para indagar sobre su identidad, después de vivir 28 años en La Plata con otra familia.
Sus padres Inés Ortega y Rubén Fosatti fueron secuestrados a principios del ´76 en la Comisaría 5ta de La Plata. Ella tenía 16 años y estaba en la secundaria, trabajaba como obrera textil y militaba con la UES. Él de 22, estudiaba el Profesorado de Historia en la Universidad, trabajaba como obrero metalúrgico y también militaba.
Leonardo nació supuestamente el 12 ó el 19 de Marzo del ´76 en una celda de la Comisaría 5ta, donde previamente su madre secuestrada comenzó el trabajo de parto atada de manos y acostada sobre la mesa de una cocina en un evidente y oscuro Centro Clandestino de Detención. El bebé estuvo uno o dos días en la celda con su madre cuando se lo llevaron con la excusa de mostrárselo al “Coronel”. Ella no lo volvió a ver.
El bebé ya tenía 10 semanas de vida y estaba en la casa de una Partera. El 20 de Marzo lo adoptaron. “Mi padre cuando me adoptó tenía 47, ella 39. La Partera les contó que nací allí, que mi mamá biológica era de Córdoba y que no quería a su hijo, que se lo lleven. Ellos no sabían nada, no me apropiaron, me bautizaron y me dieron su apellido”. La partera murió años después y su casa desapareció. Leonardo pensó por más de 20 años que lo habían abandonado.
Vivió parte de su vida en La Plata con su hermana también adoptada pero en el ’72. De chico tenía dudas y no se veía parecido a sus padres. Soñaba con ser corredor de autos.
Esperó 28 años y se acercó a la Filial de Abuelas para averiguar su verdadera identidad. “Mis dudas venían desde la infancia, por cuestiones palpables, no me veía parecido, no tenía fotos del embarazo de mi madre. Tenía la certeza que era adoptado por indicios comunes, pero no quería saber sobre mi origen porque pensaba que mi familia biológica me había abandonado, por eso no salí a buscarlos”. Luego el Banco Nacional Genético confirmó que era hijo de Inés Ortega y Rubén Fosatti. Tardó más de cuatro meses en asumir y corroborar su historia personal, la de sus familiares, su verdadera identidad.
Un día sus abuelos maternos recibieron la llamada de Abuelas y conocieron a su nieto desaparecido después de muchos años de búsqueda. Sus abuelos paternos ya habían muerto por una enfermedad causada por la pérdida y el secuestro de su hijo Raúl.
“Y por fin conocí a mi familia. Mi abuela vive en La Plata. Mi abuelo en Santa Fe y lo veo seguido como a mis primos de Venezuela. Conocí a los amigos de mis viejos, su familia. Me sentí identificado con ellos. Fue una sensación de identidad que surge de manera natural”
De a poco se familiarizó con su historia antes sepultada. Los compañeros y amigos de su padre del Colegio Nacional de La plata llamaban a Raúl "La Chacha" Fosatti. Conoció lugares, vecinos, amigos, y muchos recuerdos que abraza.
“Dentro de una tragedia tuve la suerte de ser criado con una familia que me brindó mucho amor. Los veo siempre y tengo muy buena relación”.
Hoy Tiene 32, y su hijo 12. Viven en La plata. Ayuda a las Abuelas en una de las sedes en Virrey Cevallos. Trabaja en Turismo y estudió actuación 4 años con Roxana Randón en Pasaje Carabelas.
¿Le contaste a tu hijo sobre tu historia?
Todo cambió en mi y eso iba a afectar a mi hijo por eso se lo conté y cambiamos de apellido. Le conté que yo era adoptado y que salí a buscar la verdad. En ese momento él tenía 8 años. Hoy sabe la historia de sus abuelos, y de la familia.
¿La verdad, es libertad?
¡Es cien por ciento así!. Conocer toda la verdad, más allá de lo dura que pueda ser me generó una sensación de alivio y de libertad. Encontré esa verdad que me hizo libre.
¿Qué consejo les darías a los chicos que dudan sobre su identidad?
Que se acerquen a Abuelas porque se maneja de la mejor forma, con gente profesional, con respeto. Todo se trata con mucha intimidad y no te obligan a nada.
¿Qué pensás sobre Inés y Raúl, tus verdaderos padres?
Mis viejos sabían lo que pasaba en el país, pero no se exiliaron, eligieron quedarse y luchar, y eso los hizo libres.
Sus padres siguen desaparecidos…
Si naciste entre 1975 y 1980 y tenés dudas sobre tu identidad: acercate a Virrey Cevallos 592 PB 1 (011) 4384-0983 o
Consultá Site http://www.abuelas.org.ar/
* Especial para Universo Ágora A.C.
Por Marcos Brugiati *
para Universo Ágora
Leonardo Fosatti Ortega fue el verdadero nombre que adoptó el 11 de Agosto de 2005 un muchacho que se presentó en Abuelas para indagar sobre su identidad, después de vivir 28 años en La Plata con otra familia.
Sus padres Inés Ortega y Rubén Fosatti fueron secuestrados a principios del ´76 en la Comisaría 5ta de La Plata. Ella tenía 16 años y estaba en la secundaria, trabajaba como obrera textil y militaba con la UES. Él de 22, estudiaba el Profesorado de Historia en la Universidad, trabajaba como obrero metalúrgico y también militaba.
Leonardo nació supuestamente el 12 ó el 19 de Marzo del ´76 en una celda de la Comisaría 5ta, donde previamente su madre secuestrada comenzó el trabajo de parto atada de manos y acostada sobre la mesa de una cocina en un evidente y oscuro Centro Clandestino de Detención. El bebé estuvo uno o dos días en la celda con su madre cuando se lo llevaron con la excusa de mostrárselo al “Coronel”. Ella no lo volvió a ver.
El bebé ya tenía 10 semanas de vida y estaba en la casa de una Partera. El 20 de Marzo lo adoptaron. “Mi padre cuando me adoptó tenía 47, ella 39. La Partera les contó que nací allí, que mi mamá biológica era de Córdoba y que no quería a su hijo, que se lo lleven. Ellos no sabían nada, no me apropiaron, me bautizaron y me dieron su apellido”. La partera murió años después y su casa desapareció. Leonardo pensó por más de 20 años que lo habían abandonado.
Vivió parte de su vida en La Plata con su hermana también adoptada pero en el ’72. De chico tenía dudas y no se veía parecido a sus padres. Soñaba con ser corredor de autos.
Esperó 28 años y se acercó a la Filial de Abuelas para averiguar su verdadera identidad. “Mis dudas venían desde la infancia, por cuestiones palpables, no me veía parecido, no tenía fotos del embarazo de mi madre. Tenía la certeza que era adoptado por indicios comunes, pero no quería saber sobre mi origen porque pensaba que mi familia biológica me había abandonado, por eso no salí a buscarlos”. Luego el Banco Nacional Genético confirmó que era hijo de Inés Ortega y Rubén Fosatti. Tardó más de cuatro meses en asumir y corroborar su historia personal, la de sus familiares, su verdadera identidad.
Un día sus abuelos maternos recibieron la llamada de Abuelas y conocieron a su nieto desaparecido después de muchos años de búsqueda. Sus abuelos paternos ya habían muerto por una enfermedad causada por la pérdida y el secuestro de su hijo Raúl.
“Y por fin conocí a mi familia. Mi abuela vive en La Plata. Mi abuelo en Santa Fe y lo veo seguido como a mis primos de Venezuela. Conocí a los amigos de mis viejos, su familia. Me sentí identificado con ellos. Fue una sensación de identidad que surge de manera natural”
De a poco se familiarizó con su historia antes sepultada. Los compañeros y amigos de su padre del Colegio Nacional de La plata llamaban a Raúl "La Chacha" Fosatti. Conoció lugares, vecinos, amigos, y muchos recuerdos que abraza.
“Dentro de una tragedia tuve la suerte de ser criado con una familia que me brindó mucho amor. Los veo siempre y tengo muy buena relación”.
Hoy Tiene 32, y su hijo 12. Viven en La plata. Ayuda a las Abuelas en una de las sedes en Virrey Cevallos. Trabaja en Turismo y estudió actuación 4 años con Roxana Randón en Pasaje Carabelas.
¿Le contaste a tu hijo sobre tu historia?
Todo cambió en mi y eso iba a afectar a mi hijo por eso se lo conté y cambiamos de apellido. Le conté que yo era adoptado y que salí a buscar la verdad. En ese momento él tenía 8 años. Hoy sabe la historia de sus abuelos, y de la familia.
¿La verdad, es libertad?
¡Es cien por ciento así!. Conocer toda la verdad, más allá de lo dura que pueda ser me generó una sensación de alivio y de libertad. Encontré esa verdad que me hizo libre.
¿Qué consejo les darías a los chicos que dudan sobre su identidad?
Que se acerquen a Abuelas porque se maneja de la mejor forma, con gente profesional, con respeto. Todo se trata con mucha intimidad y no te obligan a nada.
¿Qué pensás sobre Inés y Raúl, tus verdaderos padres?
Mis viejos sabían lo que pasaba en el país, pero no se exiliaron, eligieron quedarse y luchar, y eso los hizo libres.
Sus padres siguen desaparecidos…
Si naciste entre 1975 y 1980 y tenés dudas sobre tu identidad: acercate a Virrey Cevallos 592 PB 1 (011) 4384-0983 o
Consultá Site http://www.abuelas.org.ar/
* Especial para Universo Ágora A.C.
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