
Lomas de Zamora (Buenos Aires), 21 Set. 10 (AICA)
Comunicadores lomenses reflexionan sobre comunicación integral y opinión pública responsable
El domingo 19 de septiembre, en las instalaciones del Colegio Inmaculada Concepción de Lomas de Zamora, se llevó a cabo el II Encuentro Diocesano de Comunicadores con el lema “Comunicación integral y opinión pública responsable”.
Hubo numerosos participantes de todas las edades, entre ellos, periodistas de radio y gráfica, realizadores de boletines parroquiales, editores de páginas web y artistas provenientes de distintos puntos de la diócesis, además de algunos de la diócesis de Avellaneda-Lanús y de la arquidiócesis de Buenos Aires.
Estuvo presente el obispo diocesano, monseñor Jorge Rubén Lugones, que tuvo a su cargo la exposición inicial, acompañó a los comunicadores durante toda la jornada y presidió la misa de cierre en la capilla del Colegio.
También hubo exposiciones del padre Guillermo Ortiz SJ, responsable de Radio Vaticano para América Latina, y la periodista Virginia Bonard, quienes se refirieron al tema principal del encuentro.
Asimismo hubo trabajos en grupos, una representación teatral y elaboración de propuestas para integrar la comunicación a una pastoral diocesana planificada.
Poner agilidad y dinamismo aunque se trate de medios confesionales
En su exposición, monseñor Lugones sostuvo que es necesario tomar un posicionamiento específico desde el sentido sobrenatural de la fe y también desde el sentido natural, teniendo en cuentra los valores humanos.
Destacó que “hay una lucha por la agenda pública” y hay una línea urgente de opinión” a la que hay que atender, y “si no estamos formados podemos decir lo que nosotros queremos”. Es necesario distinguir entre la opinión personal y la institucional, más teniendo en cuenta que se trabaja para la Iglesia. A su vez, “hay una línea de opinión subyacente” que atraviesa todos los contenidos y la Iglesia tiene que estar presente.
Por otro lado, destacó la necesidad de trabajar en conjunto. “En la Iglesia, en los medios, trabajamos bastante aislados. Por lo menos en la diócesis, nos falta esa tarea en conjunto”, precisó.
También se refirió a la necesidad de una “ética de las comunicaciones” y una “construcción crítica de la opinión pública”, y advirtió que muchas veces los comunicadores toman conciencia de las cosas pero no siempre las pueden plasmar en un mensaje concreto. En ese sentido, recomendó trabajar en red, y “ponerle agilidad y dinamismo” a los medios, aunque sean estrictamente confesionales.
El desafío de poner el mensaje católico en los medios no confesionales
Por su parte, Virginia Bonard se refirió esencialmente al desafío de poner el mensaje católico en los medios no confesionales. Lo principal, señaló, es trabajar desde tres ámbitos: publicidad, relaciones públicas y periodismo. La publicidad implica poner en juego la creatividad; en cuanto a las relaciones públicas, es necesario construir vínculos con las personas que trabajan en los medios y en el ámbito del periodismo, hay que informar adecuadamente teniendo en cuenta el medio al que se dirige la información.
También se refirió a la necesidad de profundizar la “identidad corporativa” como comunicadores católicos.
Distinguir entre negocio y servicio
Por último, el padre Ortiz sostuvo que hay que saber discernir y llamar a cada cosa por su nombre, “no meter a todos en la misma bolsa”, y puso como ejemplo el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En cuanto a la trasmisión del mensaje, el comunicador católico debe preguntarse cómo hablaría de Jesús en el tren, en un vagón lleno, con la gente que vuelve de trabajar, entre los vendedores… Este desafío es más liviano si se afronta entre varios. “La unidad es la condición sine qua non de la fecundidad apostólica”. Por eso no hay que trabajar solo, afirmó.
Por otro lado, hay que preguntarse “cuál es el interés de fondo” que me mueve en el trabajo de comunicación en la Iglesia: dinero, reconocimiento, o “compartir la Buena noticia de la fe”.
Consideró asimismo que hay que distinguir entre negocio y servicio. “Los medios dejaron de ser un servicio para convertirse en un comercio más”. Se difunde lo que beneficia económica o políticamente y se oculta lo que puede perjudicar el negocio. Este es el primer atentado a la comunicación integral. Destacó también la necesidad que tienen los católicos de conocer el Catecismo: “Los católicos no sabemos el Catecismo, entonces nos dan vuelta”, expresó.
Y en cuanto a las agresiones que sufre la Iglesia desde los medios de comunicación masiva en todo el mundo, advirtió que se debe a que a nivel mundial, la única que está defendiendo la vida y la dignidad humana es la Iglesia, y a su vez es el único freno a todo lo que se está legislando y haciendo para ganar dinero.
En el sitio de la Comisión Diocesana de Comunicación (Co.Di.Co.S.), que organizó el encuentro, se puede encontrar mayor información; los textos o audios de las exposiciones se pueden solicitar a info@codicos.com.ar.+
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