MISA EN ACCION DE GRACIAS POR LOS 90 AÑOS DE MONSEÑOR MONTES

Misa en acción de gracias por los 90 años de Mons. Montes
Témperley (Buenos Aires), 25 Mar. 10 (AICA)
Mons. José María Montes, celebro sus 90 años de vida
En la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, de Témperley, de la que es párroco, el lunes 22 de marzo a las 20, el obispo emérito de Chascomús, monseñor José María Montes, presidió una misa de acción de gracias por sus 90 años de edad, concelebrada por varios presbíteros y con la participación de diáconos de las diócesis de Lomas de Zamora y Chascomús, y la participación de otros consagrados amigos suyos.

Antes de la bendición final, el presbítero Roberto Barco, quien fue su primera ordenación sacerdotal siendo obispo de Chascomús, leyó sendas cartas en reconocimiento hacia monseñor Montes de parte del obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Rubén Lugones SJ, y del actual obispo de Chascomús, monseñor Carlos Humberto Malfa.
Luego de la celebración eucarística, la nutrida concurrencia que con silenciosa devoción colmó el templo, participó de un festivo ágape fraterno en reconocimiento a su vasta trayectoria sacerdotal.
El espíritu y el documento de Aparecida
“Deseo fervientemente, en esta etapa de mi vida comenzó diciendo monseñor Montes en su homilía-, agradecerle al Señor todo el bien que me ha dispensado, por lo que me pareció oportuno transmitirles algunos temas del documento conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que presidió nuestro amado papa Benedicto XVI.
“Lo hago -añadió- como donación de párroco a ésta, mi sentida comunidad, como testamento espiritual y espero que sea de utilidad y sirva de directriz fecunda de los fieles.
Y a continuación enunció diversos pasajes del documento conclusivo de Aparecida, en los que, bajo el lema “Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida”, se exponen las recomendaciones para la nueva pastoral de Latinoamérica.
“Permítaseme reiterar -concluyó- que a los 90 años de mi natalicio, mi más ferviente deseo es el de dejar como testamento espiritual a ésta, mi amada comunidad, una reseña de las conclusiones del Documento de Aparecida y se trate de cumplir con fidelidad sus prescripciones”.+

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