911 EMERGENCIAS 

En una ocasión por un grave problema, tuve la necesidad de llamar a Emergencias; uno, en momentos de extrema gravedad, no sabe si llamar al 911, 107, 101, 103,108; pero no obstante cuando logramos comunicarnos y nuestro corazón se alegra de sobremanera, recibimos por toda respuesta una voz grabada que nos anuncia en tono sensual “todos nuestros operadores están ocupados, espere por favor, su llamada es muy importante, espere por favor”. 

 Transcurre el tiempo, y la voz continua con su mensaje, repitiéndolo una y otra vez. 

 Nuestro corazón se desintegra, nuestra esperanza de una ayuda temprana se va evaporando como los minutos que esperamos. 

 Y al largo rato, nuestra espera se ve recompensada por esa voz dulce que nos atiende y nos dará la ayuda que tanto anhelamos. 

Si, buenas tardes, mi problema es…. 

Su nombre por favor…, nos interrumpe en tono autoritario. 

Mi nombre es Miguel…., mire yo necesito….; 

 Indíqueme su apellido por favor, ..Me vuelve a interrumpir y no me deja hablar. Mi apellido es Gonzalez y mi problema es que… 

¿De donde llama Ud.? Desde mi casa la estoy llamando y el problema es… 

¿Dónde queda su casa? 

Mire mi problema es… La dirección de su casa... Por favor. 

Me exige con tono duro. 

Ya cansado de tanta espera, y viendo los acontecimientos que me estaban pasando en ese momento, solo atine a decirle: ya ya no importa, no se haga problema, ya ingresaron ladrones en mi casa y me están robando. Del otro lado de la línea, solo recibo un “gracias por comunicarse con el 911, estamos para servirle”. 

Como aconsejan las autoridades, no me resistí, los cacos me robaron lo poco que tenia y se fueron riendo alegremente. 

Yo, me quede largo rato mirando un cartel en el cual se lee, si ve o sabe algo llame al 911. 

Y me consolé para mis adentros pensando, y bueno pudo haber sido peor. 

Lo que me paso después, cuando fui a la Comisaría para hacer la denuncia, es otra historia que no voy a contar ahora, para no entristecerlos. 

 Almirante Brown Seguridad Ciudadana