Mons. Lugones: “El Año de la fe será un nuevo amanecer de la Iglesia”

Mons. Lugones: “El Año de la fe será un nuevo amanecer de la Iglesia” 
 Miercoles 17 Oct 2012 | 11:56 am
 Mons. Lugones, al momento de la homilía
Lomas de Zamora (Buenos Aires) 
(AICA): Monseñor Jorge Lugones SJ, obispo de Lomas de Zamora, presidió la santa misa de apertura del “Año de la Fe” convocado por Benedicto XVI. En la celebración eucarística, que tuvo lugar en la catedral de Nuestra Señora de la Paz, el obispo expresó que el Año de la Fe será “un nuevo amanecer en la Iglesia”. Rescató las figuras del patriarca Abraham y san Pedro y llamó a proclamar la fe ¨con la vivencia concreta¨. “Este Año de la fe es como un camino hacia la misión de proclamar el evangelio y la fe de la Iglesia, de la que el Concilio Ecuménico Vaticano II es una luminosa expresión”, expresó el pastor como palabras finales antes de encomendar a la Virgen la feligresía diocesana. 

 Monseñor Jorge Lugones SJ, obispo de Lomas de Zamora, presidió la santa misa de apertura del “Año de la Fe” convocado por Benedicto XVI. En la celebración eucarística, llevada a cabo el pasado viernes 12 de octubre en la catedral de Nuestra Señora de la Paz, el prelado expresó su deseo de que este tiempo pastoral dé vigor a la Iglesia: “Deseamos que el Año de la Fe sea un nuevo amanecer en la Iglesia; sobre la que recaiga nuevamente la gloria del Señor como un resplandor”.
 El obispo rescató en su homilía la figura de Abraham y su ejemplar acto de fe. “Abraham se convirtió en amigo y servidor de Dios gracias al acto de fe por el cual se fio y puso su destino en manos de su Creador. Creyó en Dios y esto le fue tenido en cuenta para su justificación”, rescató monseñor Lugones de una carta de San Pablo.
 El obispo interrogó a la comunidad diocesana: “¿Qué nos da la fe en el Dios de Jesucristo?”. Inmediatamente, respondió: “Nos da una familia, que es la familia universal de Dios en la Iglesia católica, porque la fe nos libera del aislamiento del yo y nos lleva a la comunión”.
 También, destacó la profesión de fe de Pedro, como un acto inspirado por Dios y que dio lugar a la bienaventuranza particular: ser piedra fundamental para la Iglesia de Jesucristo.
 A tono con el llamado del Papa, monseñor Lugones llamó al compromiso que la fe implica en la vida cotidiana. “La confesión de fe la hacemos no solo con los labios, sino también con la vivencia concreta. Benedicto XVI exhorta a que el fundamento de la fe cristiana es el encuentro con un acontecimiento y una persona que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”, explicó.
 “El espíritu del Concilio sigue generando nuevos vientos de evangelización y renovación en la Iglesia –reflexionó el prelado-. Deseamos que la Iglesia sea abierta como la puerta de la fe que se abre para todos los hermanos; solidaria, pues la fe sin obras está muerta, y misionera, pues la Iglesia existe para evangelizar”. “Este Año de la fe es como un camino hacia la misión de proclamar el evangelio y la fe de la Iglesia, de la que el Concilio Ecuménico Vaticano II es una luminosa expresión”, expresó el pastor como palabras finales antes de encomendar a la Virgen la feligresía diocesana. +