Hace 80 años se abría el primer noviciado orionita

Hace 80 años se abría el primer noviciado orionita 
 Jueves 29 Ene 2015 | 12:24 pm
 El Noviciado de Lanús. 

Claypole (Buenos Aires) (AICA): La Pequeña Obra de la Divina Providencia recordó en estos días el 80º aniversario de la apertura del primer noviciado de la congregación fundada por san Luis Orione. Se trata del noviciado de Lanús, como se lo conoció en sus orígenes, ubicado en la localidad de Villa Domínico, del partido de Avellaneda. 

 La Pequeña Obra de la Divina Providencia recordó en estos días el 80º aniversario de la apertura del primer noviciado de la congregación fundada por san Luis Orione. Se trata del noviciado de Lanús, como se lo conoció en sus orígenes, ubicado en la localidad de Villa Domínico, del partido de Avellaneda.
 El 18 de enero de 1935 comenzó a funcionar el instituto San Vicente de Paúl. La casa, primitivamente un asilo, ubicada en Camino General Belgrano 3250, esquina Oyuela, había sido ofrecida un año antes por la Sociedad de Damas de San Vicente de Paúl.
 Don Orione aceptó y pasó a habitar en la casa ofrendada el 1º de enero de 1935. En la capilla del asilo celebró misas, y el día 7 de enero reunió en ejercicios espirituales a sus sacerdotes, a estudiantes de Teología y a novicios de su obra.
 La inauguración oficial como primer noviciado orionita en la Argentina fue el 18 de enero, con una misa presidida por el entonces nuncio apostólico, monseñor Felipe Cortesi.
 En una carta enviada al matrimonio Beaud, fechada el 16 de enero de 1935, don Orione decía: Tengo el placer de darles la noticia que pasado mañana, el 18 del corriente, en la fiesta de la Cátedra de San Pedro en Roma, abriré el primer noviciado argentino de los Hijos de la Divina Providencia en Lanús. Se invitó a venir a inaugurarlo al mismo excelentísimo nuncio apostólico, monseñor Cortese, que celebrará la misa y recibirá los santos votos de algunos de nuestros clérigos».
 «Deo gratias! Deo gratias! Es un edificio nuevo y grande con huerto y terrenos anexos, en un ala del edificio podré unirle una obra de caridad, ubicando unos 50 chicos, hijos de nadie. ¡Así ellos serán los hijos de Dios! ¡Y nada les faltara a ellos!», escribía por entonces el fundador de la congregación.+