¿Se reactiva el Mil Columnas? Otra amenaza contra los comerciantes

Denuncia | Peligra un millón de puestos de trabajo 
 Región | La Matanza 
 ¿Se reactiva el Mil Columnas? Otra amenaza contra los comerciantes 
 Se reactiva uno de los proyectos más cuestionados de los últimos tiempos, que pone en jaque a miles de negocios y comercios que logran sostenerse a fuerza de trabajo legítimo, que dejará inexorablemente a más de un millones de personas sin ocupación ni ingresos familiares, y todo bajo la “complicidad” del gobernador Daniel Scioli, que contempla esta “maniobra” dando la espalda a leyes que debería resguardar. 

 Se trata del largamente cuestionado Mil Columnas, un meganegocio que el Gobierno otorgó a empresas privadas en tierras del Estado en el predio del Mercado Central.
 El Mil Columnas fue pensado para “monopolizar a todo el mercado textil” de Once, Flores y La Salada”, a través de fondos multinacionales.
 Claramente, el proyecto de este gigante mercado, rehúsa a contemplar una realidad: el gran perjuicio que le generará a la cadena productiva legítima argentina.
 Este es un “atentado” a la Industria Nacional que dejará sin trabajo a más de un millón de personas vinculadas directa o indirectamente a esta cadena productiva.
 Está comprobado que para idear este “monstruo” se “cedieron” tierras por cuarenta años a un precio “irrisorio” violando claramente una ley que restringe esa clase de emprendimientos.
 Los responsables del Mercado Central, Carlos Alberto Martinez, presidente, Alberto Samid, su vice, y Ángel Oscar Moyano, su secretario, deben hacerse cargo porque son señalados en parte como responsables de este gran “negociado”.
 El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el jefe de Gobierno Porteño, Mauricio Macri, también son responsables.
 Responsables por demostrar, por desidia o incapacidad, “desinterés” en buscar profundizar, regular y organizar los populosos mercados comerciales de La Salada en Lomas de Zamora, y en Flores.
 Esta actitud demuestra una vez más, la toma de postura por parte de un gobierno provincial y el capitalino, de no hacerse cargo de una realidad: la fuente de trabajo de millones por las que Estado debe velar.