Mensaje del Obispo Diocesano para la Pascua de Resurrección
Queridos hermanos y hermanas que peregrinan en esta Diócesis y habitan en los municipios de Lomas de Zamora, Alte. Brown, E. Echeverría, Ezeiza, Pte. Perón y San Vicente:
Ante la multitudinaria movilización y expresión de piedad manifestada por el pueblo de Dios en el “Domingo de Ramos” de la semana pasada, en todos los lugares de nuestra diócesis. No podemos dejar de reflexionar sobre la fuerza movilizadora de la Fe de un pueblo, que confía profundamente en el Señor Jesús muerto y Resucitado.
El pueblo de Dios reconoce a Jesús como salvador y lo proclama en cada Eucaristía como el “Hosanna”: Sálvanos, el ruego de todo un pueblo que confía en el Amor de su Señor, que pasó haciendo el bien, desde su cercanía a los pecadores, a los pobres, enfermos, marginados, a los que no contaban en el mundo de los poderosos, de los que tenían atada la salvación a los privilegios de su tiempo.
Hoy vemos que la Iglesia particular que peregrina en esta Diócesis, da signos y testimonios de vida en el Resucitado. Las misiones populares, y que deseamos sean permanentes, en nuestros asentamientos, barrios, plazas, estaciones, peatonales, torres de edificios… nos auguran una Iglesia misionera, que no teme, con respeto y humildad anunciar la Buena Noticia: Es verdad Jesucristo el crucificado, ha resucitado y vive.
El pueblo fiel de Dios que masivamente se acercó a contemplar, con piedad y respeto los misterios de la “Semana Santa”, es el mismo pueblo que pide el bautismo para sus hijos, confiesa sus culpas, se arremanga para servir, y muestra su generosidad cuando en nuestras instituciones de caridad, la falta de recursos y desamparo nos rodean. Es este pueblo fiel de Dios que amasando su Fe desde hace muchos años, persevera en la Fe, y confirma en la Fe a sus hermanos.
Nos puede hacer bien lo que el primado de la Argentina compartía en la fiesta del 11 de febrero de 2007 en nuestra Diócesis.
Decía el Papa en el 50º Aniversario de la creación de la Diócesis de Lomas de Zamora :
Miremos al santo pueblo fiel de Dios
Miremos esta Iglesia Diocesana en tantos hombres, mujeres, jóvenes, chicos que pusieron su confianza en el Señor.
¡Esta es nuestra fuerza la confianza en el Señor…!
¡… Y los demás que se creen poderosos, aquellos que se creen que tienen la precisa de la cultura, la precisa de la intelectualidad, la precisa del poder, la precisa de la riqueza, la precisa de todo, van a pasar, como pasaron todos en la historia de la humanidad! Y el humilde, el sencillo, la fe del pueblo fiel de Dios, que pone su confianza en el Señor, esa permanece.
A esa fe apelamos como Iglesia hoy, después de cincuenta años: ¡Gracias por habernos enseñado a confiar!
Nuestra riqueza y nuestra seguridad no está en los pactos que hagamos con el poder. Nuestra riqueza está en el pueblo fiel, sencillo y humilde que sólo pone su confianza en el Señor .Esa es la riqueza de la Iglesia.
¡Gracias Señor porque este es un pueblo que vos lo constituiste en Iglesia para que confiara en vos!.
Pero confiemos en Él, no confiemos en ningún atajo. Él es el camino. Los atajos son tramposos, Confiemos en el Señor, el es nuestra fuerza.
Pidamos a la Reina de la Paz, a nuestra patrona, para que ponga la paz entre los argentinos. ¿Para qué nos vamos a pelear? Si todos somos hijos del mismo Padre y de la misma Madre ¿No es más lindo caminar juntos…?
Hemos confiado en el Señor para proclamar que deseamos caminar Juntos hacia una Iglesia diocesana: abierta, solidaria y misionera. Con una opción de misión especial hacia los adolescentes y jóvenes que no están en nuestras comunidades.
La alegría y el gozo que trae y comparte Jesús Resucitado no es para nosotros solos, es para repartir a un mundo que vive urgido por lo inmediato, por lo material, por el prestigio, o por la indiferencia… no es un mundo hostil, es un mundo en cambio, en el que vivimos cada día, con esperanza, donde tenemos que dar testimonio de la fe.
La Fe como acto por el cual la salvación que nos trajo Jesús alcanza a los individuos y comunidades transformándolos, y a toda la creación junto con nosotros -como dice el apóstol - en una nueva creación.
Una fe que moviliza, una fe que contagia, una fe que por el Amor de Jesucristo enviado del Padre, Resucitado y Glorificado y con la fortaleza del Espíritu Santo, es capaz de abrirse en su dimensión social a todos: porque queremos vivir y compartir la “dimensión social de la Fe”. Una dimensión que no es exclusiva ni excluyente, hacia todos los que compartimos un mismo mundo humano desde la convivencia pacífica, servicial y esperanzada que nos permite el encuentro, el dialogo, la cercanía, una misión esencialmente “vincular”.
Que María Madre del Resucitado y Reina de la Paz nos proteja para que sigamos siendo un pueblo que confía en Dios, que peregrina misionando, que lucha sirviendo y contagia la Alegría y el Gozo de la Pascua.
¡Muy Felices Pascuas de Resurrección para todos!
Mons. Jorge R. Lugones S. J.
Obispo de la diócesis de Lomas de Zamora
Fotos: El jueves, el obispo lavó los pies a encarceladas de la Unidad Nº 40 (El Olimpo, Lomas), y ayer, Viernes Santo, hizo el Via Crucis por las calles del barrio Santa Marta (Lomas)
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