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CANTO Y LA DANZA EN LA GALA DE COMEDIA MUSICAL

CANTO Y LA DANZA EN LA GALA DE COMEDIA MUSICAL   Una noche inolvidable,sin dudas, ha sido la gala por los cinco años de vida de la Escue...

CACHORROS

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jueves, 17 de septiembre de 2009

RESUMEN DE LA AGENCIA INFORMATIVA PELOTA DE TRAPO





La prioridad 17/09/09
Por Alberto Morlachetti
(APe).- La crueldad humana es un misterio dice Vicent. Está aún por dilucidarse en qué punto de las entrañas reside ese impulso que obliga a algunas personas a exterminar a otras. La consternación ha ganado el imaginario país, mientras la pobreza arroja niños al olvido porque no le fueron asignadas partidas presupuestarias para existir, y aunque sepamos que el poder tiene la infinita posibilidad de proteger la vida o de autorizar su holocausto, no deja de sacudirnos las tripas. Imposible pronunciar el porvenir, ha cobrado una deriva peculiar, por donde discurren los acontecimientos con una velocidad y dirección incontrolables.
La agenda política manejada por el Ejecutivo Nacional impacta en nuestras emociones y pocos se atreven a parpadear o abrir la boca. La mayoría de los “representantes del pueblo” han perdido su inocencia y giran alrededor de cierto parque temático como son los superpoderes o la ley de medios audiovisuales con aire desatado de cualquier ternura, desplazando la absoluta prioridad del hambre.
El empeño de pibes y educadores en un tiempo donde la crueldad es un excedente de la pobreza, ellos arden como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas, desnudando el crimen sobre el que se asienta el edificio de la sociedad argentina. La consigna el Hambre es un Crimen conmovió el letargo de los colectivos sociales enamorados de la vida que se les escapa. El Estado como un Dios temerario dicta los días y las agonías y ni una sola lágrima pública, quitándole al hambre su carácter doloso, para ser percibida como una calamidad inevitable y naturalizarla como misterio destructor, para despojarse de su angustia de asesino. En otras palabras, eximir al poder de la culpa de crimen contra la humanidad.

Bienvenidos a la vida loca 15/09/09
Por Oscar Taffetani
(APe).- Te besa y te desnuda con su baile demencial / Tu cierras los ojitos y te dejas arrastrar / Tu te dejas arrastrar // Ella qué será. / She's livin' la vida loca. / Y te dolerá / si de verdad te toca. / Ella es tu final, / vive la vida loca. / Ella te dirá: / vive la vida loca...
Una canción del portorriqueño Ricki Martin -en esa mezcla de inglés y español que ya se habla no sólo en Puerto Rico, sino en Centroamérica toda, así como en el sur de los Estados Unidos- sirvió al documentalista hispano-francés Christian Poveda para dar título a un gran reportaje televisivo sobre la vida de las maras, pandillas juveniles que hoy funcionan como verdaderos ejércitos al servicio de la distribución de drogas, el tráfico de niños, mujeres e indocumentados y otras formas del crimen y el delito.
Muy poco tiempo pudo disfrutar Poveda del impacto y repercusión de su documental. Muy poco pudo hacer por la pacificación y la reinserción de los mareros en la sociedad. El 2 de septiembre pasado, cuando volvía de La Campanera después de haber conversado con amigos que habían participado de su película, fue asesinado con dos balazos en pleno rostro en un descampado a la altura de El Rosario.
Los presuntos autores, intelectuales y materiales, del asesinato de Povera, ya han sido detenidos. Aunque lo más seguro, en una ciudad de América latina en la que diez personas mueren asesinadas por día a manos de sicarios, escuadrones de la muerte y policías, es que nunca llegue a saberse la verdad, y que ese crimen, como tantos otros, quede impune.
Hijos de una posguerra sucia
Entre 1980 y 1992, El Salvador vivió una de las más cruentas guerras civiles de América latina, que dejó un saldo de 75 mil muertos y más de un millón de exiliados y evacuados en los países vecinos y en los Estados Unidos. Aún hoy, a casi dos décadas del conflicto, la tasa de muertes violentas de El Salvador es la mayor del continente. Cincuenta y cinco de cada cien mil habitantes muere asesinado antes de cumplir 24 años.
Producto de la emigración forzosa y de las precarias condiciones de vida y admisión en los países receptores es la Mara Salvatrucha, primera de las pandillas juveniles, que comenzó en los Estados Unidos y luego se extendió a otros países de la región, utilizando el know-how de los deportados. Actualmente, sólo en El Salvador, la Mara Salvatrucha tiene 160 mil miembros.
El otro “ejército” es la Pandilla 18, o también 18 ST (por la calle de Los Ángeles, California, en la que nació). Los de la Pandilla 18 se tatúan en los hombros o en el pecho el bíblico “666” (número del Diablo, en el Apocalipsis) y le han declarado la guerra a muerte a las pandillas mexicanas, pero también a los salvatruchos. Son decenas de miles y -como sus adversarios- cuentan con armamento y logística.
Las maras, lo mismo que aquellas mafias de principios del siglo XX, basan su financiamiento en las remesas periódicas de dinero que reciben las familias de los inmigrantes. Y también venden, como aquellos gangsters liderados por Al Capone y Frank Nitti, su “protección” a los compatriotas. Asimismo, ofrecen su servicio mercenario a los barones de la droga, a los caudillos políticos, a los candidatos en ascenso y a cualquier clase de patrón dispuesto a pagar por ello.
En esta tierra de promisión
Un veterano periodista, ya fallecido, nos advertía a fines de los ’80 que el país había sido elegido por los cárteles de la droga como base de operaciones a nivel mundial, y que no tardaríamos en ver los signos de ese cambio. En los ’90, un funcionario afectado a la lucha contra el narcotráfico nos decía que la Argentina estaba dejando de ser un país de tránsito, para ser un país de consumo. Esos cambios -terribles cambios- se concretaron, sin que el Estado nacional, absolutamente penetrado por la corrupción, por las coimas y los sobornos, pudiera detenerlos.
Otra transformación terrible se produjo en las villas y asentamientos suburbanos. Los partidos y formaciones de izquierda, e incluso el peronismo, dejaron de preocuparse por la organización y la educación de esa juventud a la que le habían arrebatado el futuro. A la vez, la expulsión de mano de obra, las nuevas migraciones y la desocupación fueron restringiendo hasta llegar a cero las opciones de vida de los pibes.
Una frase tomada del documental de Poveda, referida al contexto en el que se desarrollan las maras, bien podría aplicarse a nuestro medio, donde los pibes son arrojados a una lucha feroz por la supervivencia, con un Estado que en el mejor de los casos es ausente (y en el peor de los casos, criminal).
“Muchas vecindades -dice Poveda- forman un callejón sin salida, última parada del autobús en el fondo de un cañón. Un callejón sin salida para la esperanza de unos habitantes condenados a la supervivencia”.Antes, la posibilidad de que aquí hubiera maras, con su violencia desatada y su autonomía criminal, era impensable. Ahora, cuando vemos que otras negras profecías, entre nosotros, se han cumplido, ya no estamos tan seguros. Es muy posible que suddenly nos llegue la vida loca. Y también, cómo no, la injusticia (bull shit!). O la muerte a la vuelta de la esquina.

La desesperación 16/09/09
Por Néstor Sappietro
(APe).- La desesperación es ciega, sorda y, por sobre todas las cosas, es irracional. No se le puede pedir a la desesperación una salida elegante ni prolija. La desesperación camina por las cornisas y solo sabe andar corriendo riesgos...Uno de los rostros más brutales de los desesperados aparece entre quienes no tienen un techo. Un lugar donde la familia pueda vivir.
“Un barrio crece sobre residuos patógenos”,señala la información que llega desde la ciudad de Córdoba.El barrio se llama Nuestro Hogar IV, está ubicado sur de la Capital y fue construido sobre un basural que funcionó entre los años 1958 y 1971. Luego se cerró sin ningún tipo de remediación ambiental.
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